Violencia de género digital: Una nueva forma de control que exige una respuesta legal contundente.

11 Ago, 2025 | Legal

En la era digital, las tecnologías de la información y la comunicación han transformado nuestras relaciones personales, laborales y sociales. Sin embargo, también han abierto un nuevo frente para las agresiones machistas: la violencia de género digital.

Esta modalidad de violencia trasciende los límites físicos para instalarse en entornos virtuales, utilizando las herramientas tecnológicas como medios para ejercer dominación, intimidación, chantaje o vigilancia, afectando de forma desproporcionada a mujeres y colectivos vulnerables.

¿Qué es la violencia de género digital?

La violencia de género digital es aquella que se comete a través de medios tecnológicos, como redes sociales, aplicaciones de mensajería, dispositivos electrónicos o plataformas digitales, y que tiene como finalidad controlar, acosar, humillar o dañar a la víctima. No se trata de un fenómeno aislado, sino de una extensión de la violencia estructural que históricamente sufren las mujeres, y que ahora encuentra en lo digital un espacio donde su impacto puede amplificarse de manera alarmante.

Formas más comunes de agresión digital

Las conductas de violencia digital son tan diversas como los recursos tecnológicos disponibles. Algunas de las más frecuentes son:

  • Acoso digital (cyberstalking): vigilancia constante a través de redes sociales o mensajería.
  • Sextorsión: chantaje con material íntimo.
  • Control de dispositivos: instalación de software espía sin consentimiento.
  • Suplantación de identidad: creación de perfiles falsos o usurpación de cuentas.
  • Difusión no consentida de contenido íntimo: comúnmente conocida como “porno por venganza”.
  • Acceso ilegítimo a comunicaciones privadas: revisión sin permiso de correos, chats o llamadas.

Todas estas prácticas atentan contra derechos fundamentales como la intimidad, la privacidad, la dignidad, la integridad moral y, en muchos casos, la libertad de la víctima.

Un problema invisible: miedo, vergüenza y desinformación

A pesar de su creciente incidencia, muchas víctimas no denuncian. El miedo al juicio social, la vergüenza, el desconocimiento de sus derechos o la falta de herramientas técnicas para recabar pruebas suelen silenciar estos casos. A ello se suma la limitada formación de profesionales que intervienen en el proceso de ayuda: desde cuerpos policiales hasta psicólogos, médicos o juristas.

El marco legal español frente a la violencia digital

España ha dado algunos pasos importantes en la incorporación de la dimensión digital en la lucha contra la violencia de género. La Ley Orgánica 1/2004 reconoce la violencia ejercida mediante tecnologías como una forma de violencia machista. Además, el artículo 197.7 del Código Penal castiga con penas de prisión de uno a cinco años la difusión no consentida de imágenes íntimas obtenidas con el consentimiento de la víctima, pero difundidas sin su autorización.

Por otro lado, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ofrece canales de denuncia rápida cuando se produce una vulneración del derecho a la intimidad a través de Internet, incluso con un protocolo de “urgencia” que permite frenar la propagación de contenido íntimo en línea.

La prueba digital en procesos judiciales: WhatsApp como evidencia

Cada vez es más habitual que las agresiones digitales se reflejen en conversaciones de WhatsApp, correos electrónicos o redes sociales. Estas pruebas, sin embargo, deben cumplir con ciertos requisitos para tener validez judicial:

  • Autenticidad: deben ser mensajes íntegros, no manipulados ni editados.
  • Licitud: su obtención no puede vulnerar derechos fundamentales.
  • Pericial informática: en caso de impugnación, es fundamental contar con un informe pericial que acredite la veracidad del contenido, el origen y los interlocutores.

Los tribunales han reconocido la validez de estos mensajes como pruebas documentales digitales. La Sentencia del Tribunal Supremo, Sala Segunda, 300/2015, es especialmente ilustrativa al establecer que este tipo de comunicaciones deben ser analizadas con precaución ante la posibilidad de alteraciones, y que la carga de la prueba recae en quien pretende beneficiarse de su contenido.

La importancia de las pruebas y la ciberseguridad

Para afrontar con eficacia un caso de violencia digital, es clave actuar con rapidez y conservar pruebas:

  • Capturas de pantalla con fecha y hora visible.
  • Correos electrónicos guardados en formato original.
  • Registro de llamadas o mensajes.
  • Denuncias interpuestas, si las hay.
  • Informe de peritos informáticos cuando se trate de analizar dispositivos o certificar conversaciones.

También es recomendable reforzar las medidas de ciberseguridad: cambiar contraseñas, activar la autenticación en dos pasos y eliminar aplicaciones sospechosas. Esta protección digital es especialmente relevante en casos en los que el agresor tiene o tuvo acceso a los dispositivos de la víctima.

Una respuesta multidisciplinar y preventiva

El abordaje de la violencia de género digital requiere una intervención coordinada entre juristas, informáticos, profesionales sanitarios y agentes de seguridad. La formación en derechos digitales, privacidad y herramientas tecnológicas es una necesidad urgente.

Además, es imprescindible trabajar en la prevención desde el ámbito educativo, promoviendo una cultura de respeto en el entorno digital desde edades tempranas.

Conclusión: un desafío que no admite dilaciones

La violencia de género digital no es una amenaza del futuro: es una realidad del presente que exige herramientas jurídicas eficaces, políticas públicas valientes y un firme compromiso social. Como profesionales del Derecho, debemos estar preparados para defender a las víctimas, visibilizar estas agresiones y utilizar todos los recursos a nuestro alcance para que la tecnología no sea una herramienta de sometimiento, sino de empoderamiento.

En 4U Abogados, entendemos la complejidad y el impacto de este tipo de violencia. Por eso, ofrecemos un asesoramiento legal especializado, cercano y confidencial, para acompañar a las víctimas en cada paso del proceso. Si estás atravesando una situación de violencia digital o necesitas orientación jurídica, en nuestro despacho encontrarás la ayuda experta y el respaldo que necesitas para proteger tu dignidad, tu privacidad y tus derechos.